Allí
en Rangoon comprendí que los dioses
eran tan enemigos como Dios
del pobre ser humano.
Dioses
de alabastro tendidos
como ballenas blancas,
dioses dorados como las espigas,
dioses serpientes enroscados
al crimen de nacer,
budhas desnudos y elegantes
sonriendo en el coktail
de la vacía eternidad
como Cristo en su cruz horrible,
todos dispuestos a todo,
a imponernos su cielo,
todos con llagas o pistola
para comprar piedad o quemarnos la sangre,
dioses feroces del hombre
para esconder la cobardía,
y allí todo era así,
toda la tierra olía a cielo,
a mercadería celeste.
eran tan enemigos como Dios
del pobre ser humano.
Dioses
de alabastro tendidos
como ballenas blancas,
dioses dorados como las espigas,
dioses serpientes enroscados
al crimen de nacer,
budhas desnudos y elegantes
sonriendo en el coktail
de la vacía eternidad
como Cristo en su cruz horrible,
todos dispuestos a todo,
a imponernos su cielo,
todos con llagas o pistola
para comprar piedad o quemarnos la sangre,
dioses feroces del hombre
para esconder la cobardía,
y allí todo era así,
toda la tierra olía a cielo,
a mercadería celeste.
(Pablo
Neruda)
Religion
in the East
Over
there in Rangoon it dawned on me
that
gods and goddesses were enemies
of
wretched humankind just as was God--
plastered
godlings in alabaster
like
white whales
godlings
golden like spikes of wheat
snake
gods coiled around the crime of being born
buddhas
nude and elegant smiling into the highball
of
empty eternity
like
Christ on his despicable cross
all
of them—every single one—to impose on us
their
paradise
with
afflictions or pistol
in
order to buy piety or set our blood aflame.
The
fierce godlings of mankind
hiding
his cowardice....
And
over there in Rangoon
it
was all like that--
the
whole earth stinking high to the sky
with
the stench of heavenly merchandise.
[tr.
E. A. Costa 22 December 2013]
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